La fe del ciego mendigo

La fe, indispensable para cualquiera que quiera acercarse a Dios 

Hebreos 11:6  – «Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan» nos presenta una gran desafío a todo ser humano. 

¿Por qué?

Porque la fe nos lleva del terreno de lo que podemos ver, tocar, palpar, al terreno de lo que aún no vemos pero si estamos seguros que sucederá. 

Hebreos 11:1  – «Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no podamos verlo». 

Hubo un hombre que aceptó el desafío, un hombre ciego que lo único que podía hacer era mendigar al costado del camino por donde las personas pasaban.

Lucas 18:35  Jesús iba llegando a la ciudad de Jericó. Junto al camino estaba un ciego pidiendo limosna. 

La presencia de Jesús nunca pasaba desapercibida, multitudes le seguían y tanto alboroto llamó la atención de nuestro hombre. 

Lucas 18:36-37  Cuando el ciego oyó el ruido de la gente que pasaba, preguntó:–¿Qué sucede?  (37)  La gente le explicó:–Ahí viene Jesús, el del pueblo de Nazaret. 

Basta estar sentado en una plaza o en un lugar público para enterarse de muchas cosas por medio de las conversaciones de otros.

Este ciego, imagino yo, habrá escuchado hablar en más de una oportunidad, allí junto al camino, de Aquel que estaba trastornando la región entera.

En más de una oportunidad habría escuchado como Jesús sanaba enfermos, paralíticos y también ….ciegos!!.

Por eso ni bien le dijeron quien era el que por allí estaba, comenzó a gritar:

Lucas 18:38  Entonces el ciego se puso a gritar: «¡Jesús, tú que eres el Mesías, ten compasión de mí y ayúdame!» 

Este hombre estaba seguro de algo, Jesús podía darle la solución a su problema.

Él estaba seguro de lo que Jesús podía hacer en su vida, y esto es lo que la Biblia llama fe. 

La fe, la convicción de lo que Jesús podía hacer en él despertaron las esperanzas.

Por un momento abandonó la resignación y la autocompasión por su condición, y la esperanza que ahora volvía a la vida le llevó a la acción: comenzó a gritar llamando al Señor. 

Muchos hoy no tienen esperanza, no es algo que se pueda comprar o fabricar.

Tampoco la esperanza que surge de la confianza en el hombre, o en el dinero, o aún en nosotros mismos, podemos decir que no nos deja defraudados.  

Hoy quiero invitarte a que recobres tu esperanza, pero una esperanza que surge de la fe. Una esperanza que tiene su base en la seguridad de que Jesús, quien es todopoderoso, podrá intervenir en tu vida haciendo posible lo que para ti tal vez no lo sea. Una esperanza así te llevará a la acción.

El comenzar a buscar a Dios, el hablar con Él, el leer su Palabra, el juntarte con otros que compartan la misma fuente de esperanza, el cambiar tu forma de ver la vida y aún la forma de hablar!!.

Esta esperanza basada en la fe te llevará a la acción pero no creas que no habrá oposición:

Lucas 18:39  Los que iban adelante reprendían al ciego para que se callara, pero él gritó con más fuerza: «¡Mesías, ten compasión de mí y ayúdame!» 

La oposición, el desánimo, los malos consejos, el desgano y tantas otras cosas vendrán contra ti para apagar la llama de la esperanza que ahora arde en ti.

Es en ese momento donde la diferencia se marcará. Si tu bajas los brazos nada pasará pero si tu fe es firme y persistes aún con mayor esfuerzo (él gritó con más fuerza) entonces obtendrás la victoria.

Lucas 18:40-43  Jesús se detuvo y ordenó que trajeran al ciego. Cuando el ciego estuvo cerca, Jesús le preguntó:  (41)  –¿Qué quieres que haga por ti? El ciego le respondió:–Señor, ¡quiero volver a ver!  (42)  Jesús le dijo:–¡Muy bien, ya puedes ver! Te has sanado porque confiaste en mí.  (43)  En ese mismo instante, el ciego pudo ver, y siguió a Jesús, alabando a Dios. Toda la gente que vio esto también alababa a Dios. 

Tener fe despertará en ti la esperanza, la cual te llevará a la acción. Acción que si mantienes con perseverancia te dará la victoria.

1 Corintios 16:13  Manténganse siempre alertas, confiando en Cristo. Sean fuertes y valientes.

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