La única opción es huir
Nadie está libre a circunstancias inesperadas de la vida. Cuando menos uno lo espera y por donde menos uno lo espera emerge el conflicto que por causa de su sorpresa nos deja sin aliento y ante esto solo pensamos …en huir!!
En esta condición estaba el salmista, él expresa su condición así: Psa 55:2-3 NVI ¡Óyeme y respóndeme, porque mis angustias me perturban! Me aterran (3) las amenazas del enemigo y la opresión de los impíos, pues me causan sufrimiento y en su enojo me insultan.
Enemigos que surgieron de donde no lo esperaba. Psa 55:12-14 PDT No es un enemigo el que me insulta, eso lo soportaría; ni alguien que me odie, pues me escondería de él. (13) Eres tú, mi igual, mi compañero y mi mejor amigo. (14) Nos unía una gran amistad y compartíamos en el templo* de Dios; caminábamos juntos entre la multitud.
Todo esto trajo una pesada carga sobre sus hombros: Psa 55:4-5 PDT Me salta el corazón dentro del pecho; estoy terriblemente asustado, (5) tiemblo de miedo, temo lo peor.
Así muchas veces nos encontramos, la vida nos golpea de tal manera que lo único que queremos hacer es escapar. Hoy quiero hablarte de otra opción, mucho mejor que esa, que traerá solución a tu problema.
La primera reacción:escapar
Psa 55:6-7 PDT Si tuviera alas, volaría muy lejos y buscaría un lugar donde descansar. (7) Me iría lejos, muy lejos de aquí, me quedaría a vivir en el desierto.
Huir, buscar el descanso a tan pesadas cargas es nuestra primera reacción pero tal actitud solo puede llevarnos al «desierto». Este es un lugar inhóspito, donde no hay vida sino más aflicción. Esto es lo que sucede con quienes no quieren enfrentar las circunstancias sino que solo quieren huir. Sus sentimientos y emociones, como el cuerpo bajo el ardiente sol del desierto, se agrietan y resecan bajo el peso del resentimiento, de la angustia y de la desazón.
La otra opción
Psa 55:16-17 RV95 En cuanto a mí, a Dios clamaré, y Jehová me salvará. (17) En la tarde, al amanecer y al mediodía[11] oraré y clamaré, y él oirá mi voz.
La otra opción tiene que ver con Dios, siendo nosotros impotentes ante los obstáculos podemos refugiarnos en Dios y buscar su ayuda. Esto es mucho mejor porque abre las puertas a que las cosas encuentren solución.
Psa 55:18-19 NVI Aunque son muchos los que me combaten, él me rescata, me salva la vida en la batalla que se libra contra mí. (19) ¡Dios, que reina para siempre, habrá de oírme y los afligirá!
La reflexión final
Psa 55:22 DHH Deja tus preocupaciones al Señor, y él te mantendrá firme; nunca dejará que caiga el hombre que lo obedece.
Esta reflexión final es compartida por hombres como Pedro:1Pe 5:7 DHH Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes. Pablo: Filip. 4:6 BLS No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos.
Y también Jesús: Mat 11:28-29 BLS «Ustedes viven siempre angustiados; siempre preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar. (29) Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar.
Concluyo diciéndote que escapar no soluciona nada, al contrario, empeora las cosas para ti, busca a Dios y descansa en Él, esa es la mejor opción.