Enfrentar lo desconocido siempre origina ansiedad, y la muerte lo es. Además, dejar partir a los seres queridos duele profundamente, pero quienes confían en Jesús tienen una perspectiva diferente de todo esto.
Para el creyente, la muerte representa el ir a su hogar, al lugar que le corresponde entre los propios.
Algunas ideas acerca de lo que sucede después de la muerte del creyente.
Resurrección
El apóstol Pablo tenía un sano concepto acerca de su destino eterno. 2Co 4:14 Porque sabemos que, cuando muramos, Dios nos dará vida, así como lo hizo con Jesús, y que después nos llevará con él.
Él estaba seguro, por la resurrección de Cristo, de que también las cadenas de la muerte no le podrían retener.
Transformación
Esta esperanza él la narra de una forma hermosa en el siguiente pasaje:
2Co 5:1-8 Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos. (2) Eso mismo nos mantiene inquietos y anhelamos el día en que nos pongan esa casa celestial por encima de la actual,
De esta analogía alguien comentó: » En la casa de nuestro Padre muchas moradas hay, cuyo arquitecto y hacedor es Dios. La dicha del estado futuro es lo que Dios ha preparado para los que le aman: habitaciones eternas, no como los tabernáculos terrenales, las pobres chozas de barro en que ahora moran nuestras almas; que se pudren y deterioran, cuyos cimientos están en el polvo.» comentario Matthew Henry
Pablo había ya tratado de animar a los hermanos de Corinto revelándoles la transformación que había por delante. 1Co 15:53 Dios cambiará estos cuerpos nuestros, que mueren y se destruyen, por cuerpos que vivirán para siempre y nunca serán destruidos.
En el hogar
2Co 5:6-8 … Sabemos que vivir en el cuerpo es estar de viaje, lejos del Señor; … (8) Por eso nos viene incluso el deseo de salir de este cuerpo para ir a vivir con el Señor.
La idea que Pablo tenía en su mente, una idea que el manifestó varias veces, es ampliamente ilustrada por la palabra griega que usó para «vivir» con el Señor. Esta palabra encierra la idea de uno que está en su propio lugar o tierra, y es claro que el lugar donde él se considera así es «con el Señor»
Esto está de acuerdo con la forma en que la Biblia habla del creyente, comparándole a un peregrino, es decir: alguien que esta de camino a su lugar.1Pe 1:17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;
Estamos en el mundo pero no somos del mundo. Este no es nuestro lugar, nuestro lugar es en los cielos con Dios.Php 3:20-21 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; (21) el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Adelanto
Cuando uno esta de viaje, lejos de su hogar, parece como si aún los detalles que diariamente pasan desapercibidos cobraran una mayor relevancia y estima. Uno comienza a extrañar y aquellos recuerdos son una fuente de estímulo para regresar lo antes posible.
Así se encontraba Pablo, motivado para estar con el Señor al punto que dice:Php 1:21-22 Si vivo, quiero hacerlo para servir a Cristo, pero si muero, salgo ganando. (22) En realidad, no sé qué es mejor, y me cuesta mucho trabajo elegir. Si sigo viviendo, puedo serle útil a Dios aquí en la tierra; pero si muero, iré a reunirme con Jesucristo, lo cual prefiero mil veces.
Muchos podrán decir de él como aquel rey: «las muchas letras le han vuelto loco», pero no estaba loco ni su mente se había desviado sino que prefería mil veces más estar con Cristo por causa de lo que había podido experimentar, como adelanto, de lo que significa estar en el paraíso con Dios.
2Cor.5 (4) Sí, mientras estamos bajo tiendas de campaña sentimos un peso y angustia: no querríamos que se nos quitase este vestido, sino que nos gustaría más que se nos pusiese el otro encima y que la verdadera vida se tragase todo lo que es mortal. (5) Ha sido Dios quien nos ha puesto en esta situación al darnos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir.
La experiencia de vida que Pablo tenía desde que el Espíritu Santo moraba en él era como un adelanto, como una pequeña muestra del significado de la vida eterna con Dios. Quien haya experimentado el gozo, la paz, las fuerzas, el consuelo, el amor, la llenura del Espíritu Santo, ha experimentado una muestra de lo que será su vida en la eternidad con Dios. Si esto no es una fuente de motivación entonces es porque no has experimentado el tener una sana relación de fe y humildad con el Espíritu Santo de Dios.
La ansiedad y el dolor que genera el pensar en la muerte no debería hallar lugar en el corazón del creyente. Lejos de ello, el conocimiento de las cosas que sucederán, tanto por revelación(por la Palabra) como por experiencia(la relación con el Espíritu santo) deberían a motivarnos a una mayor devoción por Cristo nuestro Señor.
Col 1:21-23 Antes, ustedes estaban lejos de Dios y eran sus enemigos, pues pensaban y hacían lo malo. Sin embargo, ahora Dios los ha hecho sus amigos por medio de la muerte de su Hijo, quien se hizo hombre. Dios lo hizo así para que ustedes pudieran presentarse ante él sin pecado y libres de culpa. (23) Pero esto será así, sólo si mantienen su confianza en Cristo y siguen creyendo en lo que nos promete el mensaje de la buena noticia. ..