El milagro de la multiplicación de los panes y los peces (3 lecciones)

tomando los cinco panes y los dos peces, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió

Esta reflexión acerca de uno de los milagros más asombrosos de Jesús, está basada en el texto bíblico del evangelio según San Juan 6:5-13

Jesús y sus discípulos se encuentran en un día ajetreado y están en un lugar bastante retirado.

Una multitud sigue a Jesús por diversas razones, unos quieren escucharle, otros quieren recibir sus milagros, otros quieren solución a sus problemas, algunos están espiando.

Mientras Jesús está trabajando por los demás, el tiempo pasa y llega un momento en que surge un problema.

Es la hora de comer y no hay ni alimentos ni dinero para alimentar a una muchedumbre de ese calibre.

Son 5 mil personas sin contar mujeres y niños los que necesitan ser alimentados.

Jesús presenta a sus discípulos el problema y les pide que lo resuelvan.

Entonces es el momento de reconocerte a ti mismo frente a una situación de crisis que Jesús te pide que la resuelvas.

¿Cómo lo haces?



JESÚS QUIERE QUE RECONOZCAS EL PROBLEMA

Cuando te encuentras frente a un problema difícil de resolver o lo que conocemos como una situación de crisis, el principal inconveniente es tu incapacidad de reconocer que estás frente a un problema que no se puede resolver a través de medios humanos.

Esa incapacidad de reconocer que la situación a la que te enfrentas solo la puede resolver Dios, es la que te hace intentar encontrar soluciones humanas a tu problema.

Posteriormente, aunque finalmente logres reconocer que la situación se te escapa de las manos, es resulta muy difícil identificar el problema real.

Es por ello que un buen ejercicio de fe es hacer un alto, meditar y reflexionar acerca de la grandeza del Dios en el que dices creer y confiar.

El problema real: la falta de fe

Como vemos en este caso de la historia bíblica, los discípulos reconocen que están frente a un problema pero no son capaces de identificarlo adecuadamente.

Ante la orden de Jesús: «dadles vosotros de comer», la respuesta de los discípulos deja ver que no habían identificado el problema ya que ellos responden:

  • Felipe: 200 denarios no bastarían
  • Andrés: hay 5 panes y 2 peces pero ¿qué es esto para tantos?

Según estas respuestas, los discípulos atribuyen la crisis a la falta de recursos (dinero o alimentos).

Pero en realidad ¿es ese el problema?.

Si analizas cuidadosamente la situación e intentas mirarla en perspectiva, rápidamente te darás cuenta que ellos están parados junto a aquel que creó el Universo.

Felipe y Juan están frente a aquel que puso los planetas en su lugar.

¿Lo ves?.

Si ellos están ante la presencia del dueño de todo, la falta de recursos no puede ser un problema, puesto que el dueño de todo lo puede proveer.

A manera de ilustración, imagina que el hombre más rico de tu país te invitara a salir de viaje con él, con todo pagado.

Ahora imagina que ha llegado la hora de comer y en la zona por la que se encuentran en ese momento, únicamente hay restaurantes muy costosos.

¿Te preocuparías por el precio de la comida?.

Creo que la respuesta es clara y salta a la vista.

Entonces ahora responde a estas preguntas:

  • ¿cuál es el problema real en el caso de Felipe y Andrés?
  • ¿el problema real es la falta de recursos o es en realidad la falta de confianza en Jesús?




La solución es confiar en el poder de Cristo

En este momento de la historia, entra en escena un muchacho que, aparte de Jesús, es el protagonista de la historia.

Y no es casualidad que sea un muchacho.

Recuerda las palabra de Cristo:

De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos

El muchacho de la historia, aunque sabe que es poco lo que tiene, decide entregarlo a Jesús.

Ahora bien:

Para que los discípulos se enteraran de que el muchacho tenía comida, debió haber sido él quien se los dijera, porque uno lleva el almuerzo bien guardado y cubierto, no lo va mostrando a la gente.

¡Piénsalo!

La razón por la que se los mostró y entregó, debe ser:

  • o bien porque escuchó que Jesús dijo que necesitaban alimento
  • o bien porque sin que Jesús lo dijera, él vio que había un problema y creyó que lo que poco tenía podía servir para algo.

La lección de este hecho es que, ante una crisis, un problema o una dificultad, la mayor muestra de confianza es poner lo que tienes en las manos de Dios, sin importar que sea poco o que parezca insuficiente ya que Dios se encargará de hacer un milagro con eso que tú pones en sus manos.

Dios nunca hará lo que tú debes hacer, pero Dios nunca te pedirá que hagas lo que le corresponde hacer a Él.

JESÚS QUIERE QUE HAGAS TU PARTE: OBEDECER, DAR EL PASO DE FE

Jesús pide algo con lo que resolver el problema.

Es curioso ya que Jesús podía darles de comer de la nada, de la misma forma que alimentó al pueblo judío en el desierto, sin embargo no lo hace sino que pide que le traigan lo que tienen.





Hay otros casos en los que Jesús obró de la misma manera.

Por ejemplo, cuando está frente a la tumba de Lázaro, Jesús pide que quiten la piedra.

¡Piénsalo!

¿El que tiene poder para levantar a los muertos, no tenía poder para mover una piedra?

Jesús lo pide, no porque él no podía quitarla, sino porque quiere enseñarnos que hay una parte que el ser humano puede hacer y debe hacerla

Cada uno tiene que luchar contra su incredulidad y dar el paso de fe.

Cada uno tiene que entregar a Dios lo poco o mucho que tiene.

También en esta historia vemos otro hecho que confirma que Jesús quiere que des el paso de fe.

En la época del relato bíblico, la gente comía recostada. Recostarse equivalía a sentarse a la mesa.

¡Ahora fíjate!

No había comida pero Jesús les manda a recostarse (sentarse a la mesa).

¿Te das cuenta que Jesús quiere poner a prueba tu fe y tu confianza?

Necesitas confiar en Jesús para sentarte a la mesa aunque no tengas alimentos para llevarte a la boca.

Necesitas fe para obedecer a Jesús aunque lo que Él te manda parezca absurdo de obedecer.

JESÚS QUIERE QUE SEAS AGRADECIDO Y CREAS EN ÉL

Un detalle importante de la historia de la multiplicación de los panes y los peces y que a menudo se pasa por alto es lo que hace Jesús antes de hacer el milagro:

  • Antes de repartirlo Jesús agradece.

Fíjate que el alimento aún no se ha multiplicado, el milagro aún no se ha realizado, sin embargo Jesús agradece.

No se queja porque es poco, no se queja porque hay un problema.

Jesús toma lo que tiene y agradece a Dios.

Agradece porque cree en Él

Agradece porque sabe que el Padre no le va a fallar.

En resumen:

«da gracias por lo que aún no ha sucedido porque confía en que va a suceder»

La consecuencia de esa confianza es que lo poco se multiplica.

La consecuencia es que, de lo poco, sale un milagro

La consecuencia es que, de lo poco, alcanza para todo

La consecuencia es que, además de haber alcanzado para todos, ahora incluso sobra.

Conclusión del milagro de los 5 panes y 2 peces

Es muy probable que aquel muchacho haya sido el responsable de todo el milagro, no porque estuviera en el lugar correcto en el momento indicado sino porque decidió creer en Jesús:

  • Tal vez salió a trabajar y era su almuerzo
  • Tal vez salió a llevar el almuerzo a su padre que estaba trabajando

De cualquier forma, él decidió buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, porque cuando vio a Jesús, decidió escucharle y seguirle a Él.

¿Cuál fue el resultado?

Quiero creer que lo que sobró obviamente una buena parte se la darían a él, al fin y al cabo con él empezó todo.

Imagina a ese muchacho regresando a casa con una cesta llena de provisiones.

Es una excelente oportunidad para contar a su familia y amigos las grandes cosas que Cristo había hecho y él había presenciado tan solo por entregarle lo poco que tenía.

Aplicación a tu vida

  1. Cuando no tienes, debes dar, aunque resulte paradójico.
  2. Si das lo poco o mucho que tienes, Dios obrará milagros.
  3. Si no quieres dar, puedes quedártelo pero te privarás de formar parte de los planes de Dios. Además lo que te guardes será pan para hoy y hambre para mañana.

Jesús quiere que confíes en Él, que confíes en que Él es la solución a tus problemas y necesidades. Él puede sacarte de la crisis. Solo tienes que estar dispuesto a seguirle y a poner en sus manos todo lo que tienes, sin importar si es poco (o mucho). Él tiene poder para hacer milagros.

Si lo haces, verás la gloria a Dios.



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