La palabra esperanza se ha convertido en un tesoro muy preciado ya que muchos la han perdido y no encuentran la forma de recuperarla.
La Biblia habla de una mujer viuda y sin hijos, que para la cultura de aquellos tiempos, era quedar sumergido en una de las peores calamidades. En su soledad miraba hacia el futuro y lo que veía no era bueno.
Muchos estaban a su alrededor pero incapaces de darle una verdadera solución solo se limitaban a llorar junto a ella.
No había escapatoria,…hasta que se cruzó con Jesús.
Luk 7:12-15 Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. (13) Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. (14) Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. (15) Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.
Aquel para quien nada es imposible devolvió vivo al joven a su madre, pero no fue lo único que ella recibió aquel día, sino que también Jesús le devolvió la esperanza.
Hoy hay quienes caminan como aquella mujer, resignados y sin esperanza frente a diferentes circunstancias de su caminar, pero hay quien puede devolverte la esperanza de cambios, de cosas nuevas, y ese es Jesús.
Es motivo de ánimo el ver, como a diferencia de muchos, el se compadece de nuestro dolor, su corazón lleno de amor no le permite quedar indiferente ante la necesidad. «…Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, …»
La Biblia dice: Psa 103:13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.
Así como un buen padre no quedará indiferente ante el dolor de su hijo, así Dios responderá con amor y cuidado a aquellos que lo necesiten. La clave aquí esta al final, donde dice:»…de los que le temen…»
Todos somos criaturas de Dios pero no todos somos hijos de Dios. La Biblia dice que para ser hijo debemos…Joh 1:12 Pero aquellos que lo aceptaron y creyeron en él (en Jesús),llegaron a ser hijos de Dios.
El tener una relación de fe con Cristo es lo que nos hace hijos de Dios y es allí donde quedamos al alcance de su cuidado amoroso y tierno. Mientras eso no sucede la situación es muy diferente, la Biblia dice: Isa 59:1-2 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; (2) pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
Dios sigue siendo el mismo, su poder no se ha acabado ni El se ha alejado olvidándose de nosotros, simplemente no puede responder porque algo nos separa, algo que no puede ser removido de cualquier manera, solamente aquella división es sacada por medio de la fe en el sacrificio de Cristo en la cruz por nuestros pecados.
Rev 1:5 y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y por cuya sangre nos ha librado de nuestros pecados,
Es el propósito de estas palabras que tu vida pueda ser plena en felicidad y paz aún cuando enfrentas situaciones difíciles pero para que ello suceda tu tienes que volverte a Jesús y por medio de El restaurar tu relación con Dios el Padre.
Rom 15:13 Que el Dios de toda esperanza los colme de gozo y paz en el camino de la fe y haga crecer en ustedes la esperanza por el poder del Espíritu Santo.